lunes, 21 de junio de 2010

La resistencia gilista

Para asegurarse la reelección en 1999 se hacía necesario comenzar a vender proyectos tan maravillosos como irrealizables, de manera que empezaron hacerse públicos los proyectos de la isla artificial, el portaviones urbanizable o la conexión de Marbella con Málaga, Córdoba y Madrid a través del AVE, lo que GIL denomino el “tren bala” .

Otra de las demoliciones que acometió Jesús Gil fue la del Edificio de la Princesa Astrid, cercano al Club Financiero Inmobiliario. La excusa era que el edificio estaba construido sobre terreno calificado como “viales públicos”. Prometió hacer un parque, pero nada más lejos de la realidad. El terreno, por su situación y belleza era ideal para la voracidad urbanística de Jesús Gil, así que no tardó en poner sus ansias constructoras sobre ellos. Comenzó a construir un aparcamiento en frente del Club Financiero y proyectó dos edificios con 250 viviendas en el paraje denominado El Pecho de las Cuevas, una colina rodeada de vegetación frondosa y pequeñas cuevas producidas por la naturaleza calcárea del terreno. Para alzar los edificios había que ganar terreno desmontando parte de su ladera. El proyecto destrozaba el parque, que junto al polideportivo Paco Cantos era una de las últimas zonas verdes del casco Urbano. El bello espacio era calificado por Jesús Gil como “un nido de ratas” y un “ cagadero de perros” .

Por primera vez los vecinos se unieron, manifestándose contra las obras ya comenzadas. Para intentar calmar los ánimos, Jesús Gil decidió construir una fuente gigantesca de 35 metros de altura, un auténtico monumento a la especulación urbanística. El 18 de diciembre de 1998 Ecologistas en Acción interpone la primera denuncia, que es secundada por los vecinos en el mes de enero de 1999. A partir de entonces se suceden las concentraciones contra la obra, así como un incidente vandálico cuando se quemó una de las máquinas que trabajaba en la edificación.

En Septiembre de 1998, después de recogerse firmas, una plataforma encabezada por el portavoz del grupo ecologista Javier de Luis y por la dirigente vecinal Licy Cohen convocó una manifestación que recorrería todas las obras ilegales que ya aparecían en Marbella, como el parking del Francisco Norte sobre terreno deportivo o la expropiación de facto de un lugar conocido como La fabrica de hielo para construir varios bloques de edificios. La protesta inició su recorrido en el Club Financiero y apenas eran 1000 personas, pero según iban recorriendo las obras ilegales empezó a sumarse gente hasta llegar a las 8000 personas. Fue el primer revés que sufrió “El Gordo” .

Aprovechando el fervor popular, la oportunista Isabel García Marcos se personó en el procedimiento ya iniciado en Septiembre de 1999, apenas unas semanas antes de que el juez Villén paralizara por primera vez una obra en Marbella. Los vecinos obtuvieron la primera victoria de la era Gil, sin la ayuda de ninguna institución publica, las cuales ya se habían arrodillado ante el poder omnímodo de Gil.

"Somos partidarios de acometer la isla para dar el tratamiento adecuado a los grandes transatlánticos como otra de las grandes aventuras del futuro que, sin duda, pasará por las autopistas del mar y una vez que la autopista se empiece junto con el aeropuerto, vamos a aproximarnos al mundo de tal forma que el AVE sería la guinda del gran pastel que culminase el plan de accesos y comunicaciones necesario para entrar en el año 2000 con unas perspectivas seguras” .

Mientras tanto, Jesús Gil negociaba con la Junta de Andalucía lo que realmente le interesaba, un Plan General de Ordenación Urbana que santificara todas las barbaridades urbanísticas que ya se venían acumulando. En su estrategia no solo debían entretener a los ciudadanos con proyectos fantásticos y ensoñaciones absurdas, también tenía que ganarse a los políticos y a los jueces, por ello organizó unas “jornadas Jurídicas” donde acudieron importantes ponentes como el ministro de Trabajo, Javier Arenas, la ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, el Secretario de Estado ¿de? y el secretario general de CC.OO., Antonio Gutiérrez, el magistrado del Tribunal Supremo, Pascual Sala, y el ex vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial José Luis Manzanares, el catedrático Stampa Braun y el presidente de la Audiencia de Málaga Manuel Torres Vela. Curiosamente, sus ponencias versaban sobre “La crisis de la Justicia en la última década del siglo"; “La restricción de derechos fundamentales en el proceso penal", o “Los delitos de cuello blanco" siendo Marbella el lugar elegido para tan pertinentes ponencias. La imagen podría calificarse como surrealista, o más bien de puro cachondeo.

Durante su ponencia, con las hemerotecas como testigos, el ex vicepresidente del Consejo general del Poder Judicial aseguró que:

"a los jueces se nos está demostrando desde cierto sector político que en determinados asuntos lo mejor que pueden hacer es mirar para otro sitio".

Cuando se le preguntó por sus constantes apoyos a la política urbanística de Gil respondió que “cuando todo el mundo hace algo, se convierte en normal”, quizá habría que recordarle tan alto representante del máximo órgano de gobierno de los jueces, que en un estado de derecho, que todo el mundo haga algo puede convertir lo ilegal en normal, pero nunca legal.

No fue la única “jornada”, también se debía organizar un encuentro para el sector económico, que se celebró en el Hotel Andalucía Plaza. Para realzar el evento fueron invitados Rodrigo Rato, Mariano Rajoy y Jaime Mayor Oreja. Rato deleitó con una ponencia titulada "Promotores-Políticos-Arquitectos: tres miradas en torno a la producción del espacio turístico". Mayor Oreja sentó cátedra con su "Teoría y praxis: historia de una relación político periodística", en un lugar donde el periodismo estaba absolutamente politizado. Por su parte, Rajoy habló sobre "Un año de gobierno del Partido Popular: realidad política y realidad mediática".

No fueron los únicos políticos que se acercaron a dar legitimidad al régimen del GIL, también tuvieron una presencia destacada los dos lideres del PSOE anteriores a Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba y José Borrell, el alcalde de Madrid Alberto Ruiz-Gallardón y el secretario general del PP, Ángel Acebes. Estos cursos fueron el lanzamiento de la Universidad de Marbella que, según Pedro Román, seria una realidad, y empezaría a funcionar con siete licenciaturas a partir de octubre de 1998. Los hermanos Marx no podían haber escrito un guión mas cachondo para una comedia por aquellos tiempos revestida de formalidad.

Siguiendo con los proyectos espectaculares que catapultarían a Marbella a los mas alto del turismo de lujo internacional encontramos la isla artificial, el nuevo puerto deportivo de San Pedro o la ampliación de Puerto Banús. El proyecto transformaría la marina en la más grande de Europa. La ejecución costaría 12.000 millones de las antiguas pesetas y doblaría su capacidad, generando 2000 puestos de trabajo. Debería estar inaugurado para el verano del 1999.

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