lunes, 21 de junio de 2010

Caso robo de Sumarios

Caso robo de Sumarios

Los sumarios relativos al Ayuntamiento de Marbella y Jesús fueron robados de la sede de los juzgados de instrucción de Marbella (en realidad los sacaron durante el día y con carretilla por la puerta principal). El caso fue desvelado, una vez más, por el diario El Mundo, el 10 de Agosto de 1999 siendo detenido el 3 de Octubre el funcionario judicial Francisco Calero, el cual se suicidó aprovechando un descuido de los agentes mientras realizaban su registro domiciliario.

El modus operandi para sobornar al agente judicial era muy típico del entramado Gil, el funcionario recibió subvenciones a través de una asociación que presidía y se le recalificaron unos locales de su El mismo Gil y Gil manifestó que era “una gran persona” y que se había reunido con él por asuntos relacionados con su asociación de Frontenis, a pesar de que no consta que el ex munícipe Marbellí fuera aficionado a los frontones.

Jesús Gil nunca fue imputado por el robo de sumarios, pero debería haberlo sido. Es una de las pruebas más palpables de que Jesús Gil consiguió corromper lo más profundo del Estado de Derecho.

Otra de las demoliciones que acometió Jesús Gil fue la del Edificio de la Princesa Astrid, cercano al Club Financiero Inmobiliario. La excusa era que el edificio estaba construido sobre terreno calificado como “viales públicos”. Prometió hacer un parque, pero nada más lejos de la realidad. El terreno, por su situación y belleza era ideal para la voracidad urbanística de Jesús Gil, así que no tardó en poner sus ansias constructoras sobre ellos. Comenzó a construir un aparcamiento frente al Club Financiero y proyectó dos edificios con 250 viviendas en el paraje denominado “El Pecho de las Cuevas”, una colina rodeada de vegetación frondosa y pequeñas cuevas producidas por la naturaleza calcárea del terreno.

Para levantar los edificios había que ganar terreno al Pecho de las Cuevas”. El proyecto destrozaba el parque, que junto al polideportivo Paco Cantos era una de las últimas zonas verdes del casco urbano de Marbella. El lugar era calificado por Jesús Gil como “un nido de ratas” y un “cagadero de perros”. Por primera vez los vecinos se unieron, manifestándose contra las obras ya comenzadas. Para intentar calmar los ánimos, Jesús Gil decidió construir una fuente gigantesca de 35 metros de altura, un auténtico monumento a la especulación urbanística.

El 18 de diciembre de 1998 Ecologistas en Acción pone la primera denuncia, que es secundada por los vecinos en el mes de enero de 1999. A partir de entonces se suceden las concentraciones contra la obra, así como un incidente vandálico cuando se quemo la maquinaria que trabajaba en la obra.

En Septiembre de 1998 después de recogerse firmas, una plataforma encabezada por el portavoz del grupo ecologista Javier de Luís y por la dirigente vecinal Licy Cohen convocó una manifestación que recorrería todas las obras ilegales que ya aparecían en Marbella, como el parking del Francisco Norte sobre terreno deportivo, o la expropiación de facto de un terreno conocido como “ la fabrica de hielo” para construir un bloque de edificios.

La manifestación comenzó en el Club Financiero y apenas eran 1000 personas, pero según iban recorriendo las obras ilegales, empezó a juntarse gente hasta llegar a las 8000 personas, el primer revés que sufrió “ el gordo”

Dado el fervor popular, la oportunista Isabel García Marcos se personó en el procedimiento ya iniciado en Septiembre de 1999, apenas unas semanas antes de que el juez Villén paralizara por primera vez una obra en Marbella.

Los vecinos consiguieron la primera paralización de la era Gil, sin la Ayuda de ninguna institución Publica que ya se habían arrodillado ante el poder omnímodo de Gil.

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